El país / Edición Impresa
el gobierno analiza un perdón generalizado
El tarifazo eléctrico no prende en el conurbano
Ante la presión de vecinos y el acompañamiento de sus intendentes contra los aumentos, barrios enteros de la provincia quedarían exentos del ajuste.
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Alejandro Bianchi
04.05.2009
Rebelión. En algunos municipios, el 40% de sus habitantes obtendría el beneficio.
El aumento de las tarifas eléctricas se choca con la realidad del conurbano bonaerense y empieza a perder alcance. Ante la gran cantidad de pedidos de excepciones de hogares que pueden solicitarlas por carecer de agua corriente o de gas en red, el Gobierno analiza dictar una nueva ordenanza que generalice el beneficio a barrios enteros que rodean la Capital Federal. Por ejemplo, en Tigre, el 44% de los habitantes quedaría exento por no contar con el servicio de agua corriente. Y en Florencio Varela la proporción se eleva al 40 por ciento.
Los intendentes avalan y en muchos casos empujan el reclamo de los usuarios. Por medio de sus oficinas de defensa del consumidor ingresaron sus pedidos al Gobierno antes de que llegue el frío más crudo y el aumento del consumo eléctrico se transforme en un problema político y social. También porque una reducción del incremento en las facturas es una buena noticia que todos quieren dar a semanas de las elecciones.
La ordenanza 628 del Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE), dictada a pedido de los intendentes, complicó desde un principio el alcance del tarifazo, que en algunos casos llega al 400 por ciento. La norma exceptuó del aumento a los hogares que no tengan gas en red o agua corriente y a los usuarios electrodependientes. Los domicilios en que varias familias comparten el medidor o que tienen como anexo un comercio tampoco pagan el ajuste.
Los pedidos individuales empezaron a multiplicarse y recargaron de trabajo a las Oficinas Municipales de Información al Consumidor (OMIC), las distribuidoras Edenor y Edesur y el ENRE. Eso llevó a la administración K a analizar una decisión más general.
En el partido de Tigre, cerca del 15% ya no paga el aumento de luz, según datos de la OMIC local. En las próximas semanas los eximidos llegarían al 30 por ciento. Medidas similares están en trámite para vecinos de José C. Paz, Pilar, Quilmes y Berazategui, entre otros distritos.
El 19 de marzo, la OMIC de Florencio Varela presentó al ENRE un mapa con todos los usuarios que no deberían pagar el alza de luz. El 40% de sus habitantes no tiene agua corriente y el 30% no goza de gas en red. En muchos casos carecen de ambos servicios. Y en otros partidos la situación es aún peor.
“Hicimos la presentación antes de que venga el frío. Acá la gente no se calefacciona a gas y saca el agua con bombeador”, le dijo a Crítica de la Argentina Oscar Barraza, secretario de Infraestructura de Florencio Varela. Como el gas de garrafa es mucho más caro que el de red, sus vecinos se calientan con aparatos eléctricos. Y también consumen luz al prender las bombas para sacar el agua de pozo.
Las cifras del conurbano sobre el acceso al servicio de agua y gas preocupan a cualquier observador. Pero ahora también a las distribuidoras eléctricas y al Gobierno, por la cantidad de excepciones al tarifazo que seguirán apilándose. Según datos oficiales, 3,3 millones de personas no cuentan con agua potable en los partidos bonaerenses donde opera la estatizada Agua y Saneamiento SA (AYSA). Consumen gas de garrafa y no de red unas 8 millones de personas.
Los intendentes avalan y en muchos casos empujan el reclamo de los usuarios. Por medio de sus oficinas de defensa del consumidor ingresaron sus pedidos al Gobierno antes de que llegue el frío más crudo y el aumento del consumo eléctrico se transforme en un problema político y social. También porque una reducción del incremento en las facturas es una buena noticia que todos quieren dar a semanas de las elecciones.
La ordenanza 628 del Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE), dictada a pedido de los intendentes, complicó desde un principio el alcance del tarifazo, que en algunos casos llega al 400 por ciento. La norma exceptuó del aumento a los hogares que no tengan gas en red o agua corriente y a los usuarios electrodependientes. Los domicilios en que varias familias comparten el medidor o que tienen como anexo un comercio tampoco pagan el ajuste.
Los pedidos individuales empezaron a multiplicarse y recargaron de trabajo a las Oficinas Municipales de Información al Consumidor (OMIC), las distribuidoras Edenor y Edesur y el ENRE. Eso llevó a la administración K a analizar una decisión más general.
En el partido de Tigre, cerca del 15% ya no paga el aumento de luz, según datos de la OMIC local. En las próximas semanas los eximidos llegarían al 30 por ciento. Medidas similares están en trámite para vecinos de José C. Paz, Pilar, Quilmes y Berazategui, entre otros distritos.
El 19 de marzo, la OMIC de Florencio Varela presentó al ENRE un mapa con todos los usuarios que no deberían pagar el alza de luz. El 40% de sus habitantes no tiene agua corriente y el 30% no goza de gas en red. En muchos casos carecen de ambos servicios. Y en otros partidos la situación es aún peor.
“Hicimos la presentación antes de que venga el frío. Acá la gente no se calefacciona a gas y saca el agua con bombeador”, le dijo a Crítica de la Argentina Oscar Barraza, secretario de Infraestructura de Florencio Varela. Como el gas de garrafa es mucho más caro que el de red, sus vecinos se calientan con aparatos eléctricos. Y también consumen luz al prender las bombas para sacar el agua de pozo.
Las cifras del conurbano sobre el acceso al servicio de agua y gas preocupan a cualquier observador. Pero ahora también a las distribuidoras eléctricas y al Gobierno, por la cantidad de excepciones al tarifazo que seguirán apilándose. Según datos oficiales, 3,3 millones de personas no cuentan con agua potable en los partidos bonaerenses donde opera la estatizada Agua y Saneamiento SA (AYSA). Consumen gas de garrafa y no de red unas 8 millones de personas.
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